Paisatge amb ocells

Para Jesús Rodríguez Picó, 1986 fue un año prolífico. Compuso un buen número de obras, algunas de las cuales eran sugeridas por textos literarios y obras pictóricas. Clivis Publicacions ya editó Preludi i dansa per a clarinet, (ref: AC174) de esta época, y ahora ve la luz este Paisatge amb ocells a partir del cuadro del mismo título de Joan Miró. La pintura de Miró sirvió entonces a Rodríguez Picó para componer esta obra de aspecto algo “naif”, escapando de complejidades técnicas.

Paisatge amb ocells es una obra de formato breve para cinco instrumentistas. La plantilla básica consta de violín, violonchelo, flauta, clarinete y piano, además el flautista también toca el flautín y las maracas en algunos pasajes, a la vez que el piano también toca maracas y una swanee (flauta de jazz). La obra, acabada a los dos años de la muerte del gran pintor barcelonés, utiliza varias técnicas compositivas e incorpora elementos procedentes de la música tradicional japonesa, melodías tonales, y hace algunas referencias a otros compositores contemporáneos, además de un utilizar un elemento casi coreográfico haciendo que algunos de los intérpretes salgan de la escena en los compases finales. El trabajo camerístico obliga a los intérpretes a prestar mucha atención a las intervenciones de los demás instrumentos, especialmente en los fragmentos de repetición aleatoria, pero el resultado es de una gran nitidez y naturalidad.

Estructuralmente, la obra consta de cuatro pequeños movimientos: los dos centrales tienen carácter de danza mientras que los dos extremos son flexibles y permiten al intérprete realizar a su gusto los fragmentos abiertos.