Corn d'or

Esta música nace de unas percepciones recibidas desde diferentes planos y niveles casi simultáneamente.
Desde una imagen visual de Istambul donde el estrecho del Corno de Oro separa y une la ciudad sur de la del norte, al mismo tiempo que el estrecho del Bósforo separa y une Istambul en ciudad europea y asiática. 
A partir de un símbolo como el corno de oro que para las culturas egipcia y china es el símbolo de la abundancia y la fertilidad a partir del cual nace la diversidad.
A cerca de una lectura de la teoría cuántica que no interpreto como sistema de cálculo, sino como una metáfora.
La obra está formada por sonidos rápidos y comprimidos, que por su densidad, pueden ser percibidos como una masa. Intentando recordar el "sonido blanco" del son del mar, en el cual todas las frecuencias son percibidas a la vez; y que a partir de diferentes presiones de los arcos sobre las cuerdas aparece el factor ruido, al mismo tiempo que escuchamos el timbre del clarinete, -instrumento con una gran cantidad de armónicos-, podemos escuchar la  abundancia de frecuencias i una masa sonora vibrante y móvil. En los momentos lentos se descomprime y afloja la masa sonora, se expande, se desmenuza, se separa, proyectándose en forma de frases o sonidos aislados de diferentes calidades y en distintas direcciones y alturas. 
En Corn d´or he querido hacer la música que produce el sonido, pero no música con sonidos. También he procurado buscar la expresividad en el propio sonido, expandiéndolo y comprimiéndolo, o sea aflojándolo i saturándolo; como el tronco de un árbol está comprimido  y sus hojas son su expansión.
Esta obra fue estrenada por la Orquestra Catalana de Cambra bajo la dirección de Joan Pàmias habiéndose interpretado en numerosas ocasiones.

Mercè Capdevila