Shoshanna [partes]

Mi interés por el saxofón -con su voz penetrante, algo oscurecida y, al mismo tiempo, con una cierta dosis de sensualidad-, proviene de hace mucho tiempo. Después de haber tenido la oportunidad de escuchar el Quartet de Saxofons de Barcelona me di cuenta de que un conjunto de cuatro saxofones podía conservar y hasta enriquecer todas las posibilidades expresivas de cada uno de los instrumentos, formando la suma de las cuatro voces un corazón homogéneo y perfectamente armonioso. Por otra lado, las peculiaridades técnicas del instrumento inventado por Adolf Sax permiten a los instrumentistas acceder con facilidad a una variada gama de audacias virtuosísticas.
La conciencia de todas las virtudes que pueden reunir un grupo de cuatro saxofones fueron, pues, las razones principales que me impulsaron a componer Shoshanna.
Esta composición está estructurada en dos movimientos recorridos por una melodía formada inicialmente por ocho notas y que en su distinta presentación asume el papel de leit motiv.
El primer movimiento Adagio espressivo pretende invitar a la meditación y a la serenidad por medio de la fluidez instrumental y a la naturalidad interpretativa.
El segundo movimiento, de una mayor extensión, se subdivide en cuatro secciones. Trémolos, variaciones rítmicas diversas y dibujos contrapuntísticos, procuran crear momentos de tensión con un lirismo que, para moverse dentro de unos esquemas tradicionales, resultan fácilmente accesibles al oyente.

Jordi Cervelló