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Llacada
Llacada es una obra para flauta y guitarra de Enric Ferrer; la llacada o cieno también es el lodo que deja una riada al retirarse de los campos inundados. El autor dedica esta obra a David Sanz y Jordi Gendra.
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Llacada es una obra para flauta y guitarra de Enric Ferrer; la llacada o cieno también es el lodo que deja una riada al retirarse de los campos inundados. El autor dedica esta obra a David Sanz y Jordi Gendra.
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Disponible el:
Época | S. XX |
Instrumentos | Fl.Guit. |
Páginas | 20 |
Duración | 6 min. |
Contenido | Partitura |
Edición | Papel |
Llacada es una obra para flauta y guitarra que tengo el enorme placer de dedicar a David Sanz y Jordi Gendra. También quiero agradecer, no tan solo porque la estrenaran hace cuatro años, sino también por su inestimable colaboración. Quiero mencionar especialmente los más de cuatro ratos que David ha dedicado a revisar la edición que ahora tenéis entre las manos, gracias a la cual, la obra, aunque solo fuera desde un punto de vista estrictamente interpretativo, ha mejorado ostentosamente. Todo esto, a buen seguro va en favor de que mi música llegue a los oyentes con más fluidez. Con el deseo e intención que los músicos que tengan la gentileza de estudiarla e interpretarla, se encuentren con una obra, como mínimo, instrumentalmente viable. Des del punto de vista artístico, espero i deseo, que también sea así.
La llacada o cieno es el lodo que deja una riada al retirarse de los campos inundados. Esta sensación era comparable a la que experimentaba de forma más o menos consciente en el momento de la composición. Después de superar una crisis francamente importante en la que se experimenta una sensación de agotamiento por haber vaciado energías nunca más recuperables, también por un cierto vacío y tristeza... Pero existe un sentimiento de esperanza, de orgullo, incluso de alegría por haberla pasado, si uno mismo así lo quiere ver. Es un sentimiento contradictorio, el saberse conocedor de que el tiempo pasado jamás volverá, pero también de afrontar el futuro con valor y positivismo.
Enric Ferrer