Antologia coral

En la obra compositiva de Joaquim Serra (1907-1957), relativamente extensa, se hallan representados todos los géneros, pero, desgraciadamente, su muerte a los cincuenta años nos ha privado de la magnitud que prometía la trayectoria de su madurez creativa.
Joaquim Serra fue un hombre sencillo y afable que se hacía querer por todos quienes lo trataban. Como músico, compositor brillante y muy buen pianista, siempre fue reconocido. Nació en Peralada (Alt Empordà). Su padre, Josep Serra i Bonal, compositor de sardanas, influyó en su inclinación por la música y, pronto, demostró grandes condiciones naturales. Su precocidad se evidenciaba ya en la adolescencia, cuando a los catorce años escribió su primera sardana, La primera volada. Más tarde, se dedicaría a componerlas abundantemente y, por extensión, al tratamiento de la cobla en otras formas. Curiosamente, su última obra fue el esplendoroso poema sinfónico para cobla, Puigsoliu.
Con este álbum, Clivis Publicacions, fiel a su loable compromiso con la cultura catalana, culmina el proyecto editorial dedicado a la obra coral de Joaquim Serra, la cual tenemos que lamentar que sea limitada en relación con la totalidad de su catálogo. En cambio, es placentero valorar una vez más el talento y los efectos de sus recursos, donde el tratamiento de las voces revela el oficio de los maestros. Se descubren bellas y sorprendentes aportaciones de colorido armónico y emotivos matices, construidos sobre estructuras muy bien ajustadas a los textos, por otro lado, de calidad noble y alta.
En la antología hay canciones escritas originalmente para voces de hombre y otras para coro mixto. Las voces de hombre se presentan, también, en la versión de coro mixto, realizada con la destreza de Manuel Oltra (a excepción de Capvespre, las dos versiones son del autor). Tres de las canciones de la recopilación son tradicionales (de Aragón, de Extremadura y de Jaén), con arreglos sencillos, graciosos y llenos de frescor. De las canciones para voces mixtas, merecen destacarse Capvespre (con texto de Carles Soldevila) y Idil·li de la fruita galana (con texto de Joan Maria Guasch), impregnadas del clima que los textos describen, sobre todo la primera, pieza muy inspirada que raya la perfección.
No dudamos que la edición actual será bien recibida en el ámbito coral y que favorecerá bien merecidamente el conocimiento y la recreación de las canciones que reúne.

Manuel Cabero