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4 cançons sobre poemes de F. García Lorca
La unidad de las 4 cançons radica en los elementos comunes, células, giros melódicos que aparecen en diferentes momentos. Enric Ferrer sabe mantener un equilibrio y crea una perfecta simbiosis, adaptando la música al poema al cual sirve.
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DE709
La unidad de las 4 cançons radica en los elementos comunes, células, giros melódicos que aparecen en diferentes momentos. Enric Ferrer sabe mantener un equilibrio y crea una perfecta simbiosis, adaptando la música al poema al cual sirve.
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Disponible el:
Época | s. XX |
Subtítulos / Partes | La Lola - Amparo - Balcón - Casida de la Muchacha Dorada |
Instrumentos | mezz/bar - 1111 - 1000 - archi |
Idioma del texto | Castellano |
Páginas | 91 |
Duración | 20 min. |
Contenido | Partitura |
ISMN | 979-0-3502-0791-4 |
Observaciones | Las partes están disponibles en régimen de alquiler. Contacte con el editor. |
Precio edición impresa | 41,60€ |
Otros | Federico García Lorca (poemas) |
Edición | Digital |
Después de leer y releer cientos de veces los poemas de Federico García Lorca, en el año 2002, en un receso mientras el autor escribía la Pasión de Jesucristo, el eterno viviente, empieza a musicar Amparo. Él mismo comenta: «la compuse en una sola tarde sin poder parar, cosa que no me ha pasado nunca con ninguna otra de mis composiciones». La Lola, Balcón y Casida de la muchacha dorada fueron compuestas en los dos años sucesivos. Originalmente eran para voz y piano (Clivis, E710) y acto seguido tuvo una versión para orquesta de cámara. El año 2011 Ferrer fue invitado a dirigir un concierto con obras suyas con la Orquesta Sinfónica de Sofía (Bulgaria) lo que propició una tercera versión de estas canciones para voz y orquesta sinfónica que finalmente fue estrenada.
Aunque en un principio, el autor, no las había concebido como un todo se recomienda, para un mejor resultado final, que puedan ser interpretadas en forma de ciclo y en el mismo orden que presentamos en la edición.
Su unidad radica en los elementos comunes, células, giros melódicos que aparecen en diferentes momentos. Enric Ferrer sabe mantener un equilibrio y crea una perfecta simbiosis, adaptando la música al poema al cual sirve.