Lo Cant de la Muntanya

Cada una de las partes de las escenas iba precedida de unos versos del poeta VíctorBalaguer. El compositor tortosino argumentaba la existencia de un trasfondo en su imaginación una obra de gnomos en la que recreaba un ambiente mitológico de la fábula catalana que quedaría idealmente relacionada con este proyecto. La obra no obtuvo el premio del concurso de composición y suscitó mucha polémica.

En 1892 Pedrell presentó la obra en otro concurso titulándola ahora Lo Cant de la Montanya, (El Canto de la Montaña) e incorporando también cambios en los subtítulos de las partes, siéndole otorgado el premio de mil pesetas; Antoni Nicolau miembro del jurado, felicitó al autor por la obra premiada pero la crítica no entendió las auténticas intenciones del maestro tortosino. Hay que tener muy presente el momento histórico en el cual Pedrellc ompusol a obra, y la falta de comprensión de su programa nacionalista. Poco después la obra fue interpretada en Madrid donde no obtuvo, por parte del público un gran entusiasmo. Pedrell iniciaba un lenguaje distinto al de otros compositores de su tiempo.

Estas fueron algunas de las circunstancias ideológicas que condicionaron la acogida de la obra de Pedrell. Aun así Lo Cant de la Montanya expresó uno de los primeros pasos más significativos dentro del simfonismo catalán hacia la creación de una base sólida sobre la cual se podía construir un modelo de lenguaje musical propio.