Pinewood waltz

En 1998 el joven percusionista Marc Pino me pidió que le escribiera una obra para presentarse al Concurso de Interpretación que convocaba la casa Yamaha cuyas bases obligaban a interpretar una obra de compositor catalán.
Después de considerar todas las posibilidades que ofrece el universo de la percusión me decidí por el conjunto de instrumentos de una batería, con una Caja, dos Tom-Toms, Goliat, Bombo, dos platos Crash, un plato Ride y un Hi-Hat.
En Pinewood Waltz la batería está tratada como a un conjunto de instrumentos de la percusión clásica. Tal como se vislumbra por su título se trata enteramente de un vals desde el primer compás hasta el último, y sobre este ritmo mantenido, los instrumentos van creando una estructura que progresivamente se hace más compleja.
Esta partitura exige del intérprete una técnica virtuosística, -en algunos pasajes se escuchan simultáneamente hasta tres ritmos distintos- y un profundo conocimiento musical que le va a permitir dar sentido a un vals sin una melodía expresa.
Marc Pino consiguió el Primer Premio del celebrado concurso.

Pere J. Puértolas