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Se trata de una obra virtuosística, de gran dificultad que incluye lo mejor de la trayectoria jazzística de su autor. Según dice el mismo autor “la habilidad de los percusionistas para realizar ritmos y poliritmias muy complejos, y la búsqueda continua de timbres exóticos puede ser fuente de inspiración ilimitada”.
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Se trata de una obra virtuosística, de gran dificultad que incluye lo mejor de la trayectoria jazzística de su autor. Según dice el mismo autor “la habilidad de los percusionistas para realizar ritmos y poliritmias muy complejos, y la búsqueda continua de timbres exóticos puede ser fuente de inspiración ilimitada”.
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Disponible el:
Época | s.XX |
Instrumentos | 1 Perc |
Páginas | 20 |
Duración | 8 min |
Contenido | Partitura |
Otros | G. Múrcia (revisión) |
Edición | Papel |
Un percusionista solo es capaz de todo. O de casi todo. En esta obra, escrita en 2008, Pere Soto explora las posibilidades de la percusión y las conduce hasta el máximo nivel de dificultad únicamente con un solo instrumentista.
Gratiniano Múrcia, solista de percusión de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya, que a petición del autor ha revisado esta partitura, la considera de gran valor para los percusionistas profesionales: “No es precisamente una pieza de grado medio, aunque lo parezca por los instrumentos utilizados —siempre membranas y metales, sin láminas— o por su escritura en grafía tradicional. Se trata de una obra virtuosística, de gran dificultad que incluye lo mejor de la trayectoria jazzística de su autor —incorpora fragmentos improvisados— y explota las posibilidades interpretativas del instrumentista”.
Según dice el mismo autor, la motivación para componer esta obra surgió acerca de escuchar un concierto para solo de percusión donde pudo constatar las múltiples posibilidades expresivas de esta familia instrumental. Sobre el título de la obra el autor nos dice: “El título contiene un juego de palabras con las diferentes lecturas que le veo en la obra: por un lado la atmósfera particular que crea la percusión, por el otro lado, la novedad de la propuesta, como un “prototipo”, como cosa inusual; y un tercer juego: el típico tostón o aturdimiento que se relaciona con una percusión constante, en este caso le doy la vuelta y lo convierto en un -¿veis lo que se puede hacer?. La habilidad de los percusionistas para realizar ritmos y polirítmias muy complejos, y la búsqueda continua de timbres exóticos puede ser fuente de inspiración ilimitada”.
David Puertas