Música dibuixada

Lluís nos habla. Lo hace a través de una música que nos llega directa al corazón. Observamos como él capta el detalle de las pequeñas cosas, de sutiles momentos para extraer los símbolos musica­les. Su lenguaje es transparente. Es esencial. En él no falta ni sobra nada. Nada queda escondido. Nos sorprende por su claridad de ideas, por su sencillez de elementos, por su sensibilidad tan personal y por su entusiasmo.
Así como en las obras de los grandes maestros, estas piezas nos descubren unas impresiones que llevábamos dentro y todavía no habíamos descu­bierto. Son aquellas piezas, las cuales nos hubiera gustado escribir.
Dejémonos pues llevar por la magia contagiosa de su música y disfrutémosla.