Recordant Chopin

Una vez más, Joan Guinjoan, retorna a su instrumento, el piano.

Esta obra, dedicada a Leopoldo Rodés i como encargo del Palau de la Música Catalana, fue estrenada y grabada por José Menor.

Articulada en dos secciones sin solución de continuidad, la obra parte de un clima próximo a los Nocturnos del compositor polonés, con colores y armonías delicados, sobre el cual se elevan una línea melódica poco a poco más activa y ornamentada, con una aparente libertad rítmica muy personal que le otorga un cierto carácter de improvisación y, a la vez, con tensiones y distensiones características del Romanticismo primigenio al que evoca. La segunda parte rinde homenaje al movimiento final de la Sonata fúnebre op.35, con un vertiginoso pasaje octavado que recorre el teclado con ambas manos, con un virtuosismo inquietante y travieso, no exento de reminiscencias temáticas del movimiento anterior.

 (Extracto del comentario de Josep Ma Guix para el CD “A Riudoms” - Solfa Rec. 1603270)