Idil·li

La tarea de Agustí Borgunyó en Estats Units como arreglador y director de orquestas de estudio y de radio, le obligó a escribir principalmente para gran orquesta, pero no por eso dejó de componer música de cámara e incluso un gran número de obras para cobla. Idil·li para violín, violonchelo y piano, es una obra breve, cerca de seis minutos, llena de intensidad, de lirismo y de gran fuerza expresiva. Un solo de violonchelo da entrada a la obra y un solo de violín la concluye, pero el cuerpo de la pieza se basa en la sonoridad de los tres instrumentos y con un protagonismo perfectamente equilibrado entre ellos. La escritura, marcadamente vertical, obliga a realizar un trabajo cambrístico muy afinado para adquirir una intención rítmica única en los tres intérpretes. El trabajo del violín —casi siempre en el registro agudo— marca la tensión y la intensidad de una obra que, según consta en el manuscrito, fue compuesta en Washinton en 1924.

David Puertas