Trío de cuerda nº 1

En el primer tiempo, parte de un unísono y de acordes que se repiten obstinadamente y establece un diálogo rítmico donde predomina el contratiempo, que contrasta con momentos de más languidez i otros más enérgicos. Una tensión y una distensión llenas de lirismo y carácter.
En el segundo movimiento, el sentimiento de una canción adelanta hacia una presencia algo más solitaria de cada uno de los instrumentos, que asimismo se acompañan a modo de un estribillo. Un perfume de música popular que toma del tema popular de El Rossinyol, lleno de nostalgia, y lo deshilacha entre las tres voces con un contrapunto muy inspirado.
En el tercer movimiento realiza un breve salto hacia la música de jazz. Benejam es uno de los compositores que hace más evidente esta influencia sin complejos. Aquí los dos violines y la viola se confrontan de manera sincopada y con notas tendidas i que nos transportan a paisajes más calidos de la América que lo acogió.
El cuarto y último movimiento, retoma el carácter del primero, más inquieto y exultante, retornando los pasajes unísonos de los tres instrumentos y a la repetición de acordes que combinan con la melodía. Una melodía que va dibujándose con colores muy diversos, algunos más vivos, otros más líricos, pero siempre intensa hasta el final.