12 caprichos para viola

José María Beltrán Fernández (Valencia, 1827-1907) fue un exitoso compositor, pedagogo y director de bandas militares. Ejerció como músico militar en el Regimiento de Infantería n.º 8 de Zamora (referencia de 1860), si bien hoy se le recuerda sobre todo por ser el autor del primer método para saxofón publicado en España. Escribió asimismo libros didácticos para flauta y corneta, y varias composiciones musicales, entre ellas dos piezas para piano que hoy se conservan en la Biblioteca Nacional de España. Su estilo de música de salón, basado en la música popular de su época, resulta encantadoramente simple y característico.

Los Doce caprichos (originalmente titulados «12 estudios o caprichos para viola de mediana dificultad») fueron escritos para Enrique Scholtz, Presidente de la Sociedad Filarmónica de Málaga, y publicados en 1881 en Madrid, a cargo del Editor A. Romero. Una copia de esta edición se conserva en la Biblioteca Nacional de España; el manuscrito original, por su parte, probablemente se ha perdido. Curiosamente, esta composición para viola es la única obra para instrumento solo de cuerda escrita por el autor. A lo largo del siglo xix fueron varios los estudios para viola sola que se compusieron en Europa; los más notables fueron los 12 Estudios del alemán afincado en Viena Franz Anton Hoffmeister, los 42 Caprichos del italiano Bartolomeo Campagnoli y los 20 Estudios del francés Maurice Vieux. La composición de Beltrán constituye, pues, una valiosa contribución española a tan distinguida lista.

El objetivo de esta edición es presentar estos Caprichos como obras para ser incluidas en concierto, o bien como estudios con los que practicar especialmente la técnica de dobles cuerdas y los distintos golpes de arco en spicatto. Como género musical representan un caso totalmente aparte dentro de los estudios escritos para viola y poseen su propia idiosincrasia de estilo español de salón, en especial el número 7, Tempo di Bolero. Cada capricho constituye una pequeña joya escrita en la misma forma A-B-A con coda. En varios caprichos, esta coda es simplemente una dilatada variación sobre unos mismos acordes, que se dejan abiertos a cierto grado de improvisación.