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Sonata para violín y piano nº 3
Esta es una obra madura y sólida en la cual el autor demuestra una vez más el conocimiento de las posibilidades del instrumento solista y las del lenguaje propio de la música de cámara.
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E749
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Esta es una obra madura y sólida en la cual el autor demuestra una vez más el conocimiento de las posibilidades del instrumento solista y las del lenguaje propio de la música de cámara.
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Disponible el:
Época | s. XX |
Subtítulos / Partes | I.Allegro moderato - II.Adagio - III.Scherzo |
Instrumentos | vl.pno. |
Páginas | 67 |
Duración | 21 min. |
Contenido | partitura + parte |
ISMN | 979-0-3502-1015-0 |
Edición | Papel |
El catálogo de las sonatas con piano de Benejam contaba con cinco títulos: dos para violín, una para viola, otra para violonchelo y la quinta para saxofón. En verano de 2013, una nueva sonata para violín y piano fue localizada entre los microfi lms de la Biblioteca Nacional de Catalunya, procedentes de la biblioteca de la Universitat de Montevallo, donde está depositado el legado del autor. Poco después aparecía otra sonata para piano solo entre los documentos que la familia conserva en Estados Unidos.
Dentro del marco de la celebración del centenario de Lluís Benejam, pues, el catálogo de sonatas del autor se presenta con siete títulos. Esta Sonata para violín y piano núm. 3, a la que se ha asignado este número por ser la tercera que se publica, no podemos fecharla con total exactitud ni asegurar que se trate de la que fue compuesta en tercer lugar (las dos primeras son de 1951 y de 1959 respectivamente), a pesar de que todo apunta en este sentido.
Se trata de una obra madura y sólida, como las anteriores sonatas para violín, en la cual el autor demuestra una vez más, no solo el conocimiento de las posibilidades del instrumento solista, sino també las del lenguaje propio de la música de cámara. El primer movimiento ya entra en materia, sin introducción ni preludio, la melodía se desarrolla con gran amplitud sobre los acordes estáticos del piano. La parte central incluye un motivo rítmico, aunque el movimiento destaca por su gran lirismo. El segundo movimiento es un adagio emotivo que contrasta con el carácter alegre del último, un scherzo lleno de ritmo y color jugando constantemente con el motivo inicial.
David Puertas