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Fantasia per a violoncel i piano
El concepto de “fantasía” incluye el de obra sin movimientos, con un formato muy libre que juega con contrastes siempre que combina este tema inicial con los fragmentos más dinámicos. A pesar de esta reaparición temática, la obra no responde a la forma rondó sino que la libertad formal es lo más importante.
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El concepto de “fantasía” incluye el de obra sin movimientos, con un formato muy libre que juega con contrastes siempre que combina este tema inicial con los fragmentos más dinámicos. A pesar de esta reaparición temática, la obra no responde a la forma rondó sino que la libertad formal es lo más importante.
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Disponible el:
Época | S. XX |
Instrumentos | Vc.Pno. |
Páginas | 24 |
Duración | 13 min. |
Contenido | Partitura + partichela |
Edición | Papel |
La Fantasía para violonchelo y piano fue galardonada con el Premio de Composición de Juventudes Musicales en 1982. Casi treinta años después, el autor ha llevado a cabo la revisión de la obra con motivo de su reedición. Según la opinión del propio compositor «se trata de una obra que explora el virtuosismo del instrumento solista al tiempo que mantiene su interés en la parte camerística, o sea en el trabajo de estrecha relación entre los dos intérpretes». El tema lento del inicio aparece de nuevo en diferentes momentos proporcionando unidad a la obra.
El concepto de “fantasía” incluye el de obra sin movimientos, con un formato muy libre que juega con contrastes siempre que combina este tema inicial con los fragmentos más dinámicos. A pesar de esta reaparición temática, la obra no responde a la forma rondó sino que la libertad formal es lo más importante. El violonchelo se presenta completamente solo en distintos momentos de la obra, o bien acompañado muy discretamente por el piano, recurso que realza la parte solista del instrumento de arco, pero —tal como alerta el autor— que no permite olvidar que la obra exige un intenso trabajo de compenetración entre los intérpretes.
David Puertas